.:: En la playa ::.

Llevaba algún tiempo practicando el surf, y si bien no era muy buena, hacía todo el esfuerzo porque el agua y el mar le fascinaban. Estuvo toda la tarde en el agua, nadando y parándose en la tabla, pero aún no lograba mantenerse por mucho tiempo aunque esa tarde había logrado tomar varias olas hasta casi el final, estaba mejorando y menos mal, no quería más sólo ser la aprendiz, aunque eso le traía recuerdo a una antigua relación que aún por ahí rondaba en su corazón. Ay las cosas del corazón y el fuego del vientre. El agua del mar calmaba esos recuerdos.

Ya en la tarde y con un raspado que había comprado en el puesto de la playa y se sentó en la playa, a su lado estaba su moral con su ropa y la tabla a un costado. Comía un poco del hielo y dejaba que se derritiera en su boca, ya tenía los labios y la lengua rojos por el jarabe de frambuesa. Se tiro luego sobre la arena, su cabello negro estaba lleno de esta y aún permanecía mojado, así como su traje de neopreno abierto hasta la cintura dejando ver el bikini rojo con lunares que llevaba. El sol estaba yéndose, y pronto la noche llegaría, había luna esa noche, y seguramente algún lulau se armaría. ¿iría?, Nah, sola no, además, tendría que volver a casa y reportarse viva, porque había pasado todo el día sábado ahí, en la playa.

Puso su mano sobre sus ojos, y suspiró un poco, estaba adormeciéndose pero despertó de golpe cuando lo que quedaba de su raspado se le derramó sobre el vientre, estaba helado!. Se levantó de golpe e intentó limpiarse, pero ya había quedado pegajosa. "pero si seré torpe!!", pensó riéndose para sí.

Era un sabado tranquilo, tenia un dolor de cabeza infernal, no debia pasar tanto tiempo con mitch un viernes, eso era una sentencia a resaca segura, en la mañana habia pasado por un par de cafes, ja!, mañana... me levante como a las 2 de la tarde *me sonrei al pensarlo*, ya habian pasado algunas horas desde que me levante, pero aun seguia caminando algo adormilado asi que decide darme un chapuzon, me dirigi a la playa, soleada y hermosa costa del pacifico, recuerdo iba sin toalla, sin nada, solo llevaba un blujean, una camisa blanca de algodon, unos zapatos deportivos y una chupeta en mi bolsillo -la infalible-, capaz y no me daria un baño pero almenos caminaria por ahi y la suave brisa del mar me despertaria o almenos haria mas llevadera mi situacion.

Comence a dislumbrar la costa desde el malecom y en unos cuantos metros mas ya estaba recorriendo la arenisca costa del mar, estaba algo desolado, por dios!, pero si era un sabado... ¿donde estaba la gente?... nah, no me interesa ,mejor, asi puedo disfrutar del paisaje sin interrupciones ni comentarios o saber que alguien se me acerca para lo que sea, no estaba de demasiados animos para nada en ese momento la verdad.

Continue caminando por toda la playa, pasando de rompeolas a rompeolas, si veia a una o dos personas tomando sol era mucho en cada playa, derrepente vi como mas adelante de mi estaba una muchacha, no se veia muy joven pero tampoco era una adulta, *debe ser del instituto* pense mientras alzaba una ceja y observa como se llenaba toda con su raspado, me acerque a ella sin que notase mi presencia hasta que estube justo al frente de ella, la vi toda pegostosa de la granadina en su raspado, distraida y perdida en una risa mientras veia su propio cuerpo ensuciado,


-Esto... a ver- dije antes de estirar mi dedo a su abdomen y quitar un poco de jarabe de el, llevandolo luego a mi boca y sonriendo; - frambuesa, buen gusto- la observe alzando una ceja mientras aun chupaba mi dedo lentamente con jarabe en el.

Limpió un poco su más su vientre, estaba demasiado helado y movía sus manos rápidamente, pero el hielo ya se colaba bajo el traje y la helaba, sin embargo no alcanzaría a limpiarse, o a terminar de hacerlo. Un chico de ojos penetrantes se ponía delante de ella y llevaba su mano grande hasta su plano vientre para sacarle lo que había quedado del raspado. Que sorpresa más grande verlo ahí, de repente y más encima con la cara de indolencia terrible, !La había tocado¡ !en el vientre¡

Emmanuelle sintió como un escalofrío la recorría, desde el lugar en donde él la había tocado hasta la nuca, un escalofrío frío que la puso en alerta, no le gustaba que entraran en su espacio vital sin permiso, y eso mismo había hecho que sus experiencias anteriores, con sus novios, no hubiera pasado nunca de un beso y algunas caricias, porque ella rehuía abiertamente de acercamientos íntimos, eso seguramente había terminado molestando y hartando, en especial a Kenneth, que era mayor, pero era una decisión de ella y que habría que la respetaran. No se andaría arrojando a los brazos su "novio" y venderse como una cosa barata, para evitar que él sujeto en cuestión se fuera. Emmanuelle era de ideas muy claras, aunque aveces podía exagerar en la forma de llevarlas a cabo.

Mientras que este chico, que había osado tocarla y luego lamer su dedo con total descaro, sólo vería la cara de la chica, los ojos muy abiertos y como sus labios se fueron tensando lentamente. Lo ubicaba, desde la escuela, al parecer tenían ramos juntos y ya había notado lo guapo que era, pero también había notado como las chicas lo "acosaban", si parecía más popular que la imagen de chico rebelde que vendía, No había cosa que más le molestaba que las personas se llamaran revolucionarios y no fueran más que hippes amanerados, chicos "buena onda."

- ¿quien te has creído? - sus labios estaban más tensos, su mandíbula apretada y sus hombros encogidos de tal manera que parecía que lo iba a atacar, pero no lo haría por lo menos no aún - no me vuelvas a tocar, sin permiso, pervertido - reclama, y se gira para recoger sus cosas y largarse de ahí, si este chico pensaba que iba a caer rendida a sus pies porque él se le había acercado, estaba en un gran error.